domingo, 15 de enero de 2012
Elm
La flor del olmo inglés (Ulmus procera), dentro de la terapéutica de las Flores de Bach, está relacionada con el cansancio y el sentido de la responsabilidad.
Resulta muy útil para quién no se siente a la altura de sus responsabilidades.
El estado negativo Elm suele ser pasajero y se manifiesta en aquellas personas que a causa de sus destacadas capacidades, están sobrecargadas de responsabilidades. Estas personas están acostumbradas a cumplir con sus deberes y a respetar numerosos compromisos.
Suelen ser personas hiperactivas, expertas en realizar moltitudes de tareas sin olvidarse de nada, no se conceden un momento de respiro y no paran nunca. Por esto a la larga llegan a agotarse.
Estos sujetos son conscientes de sus propias capacidades y de la ayuda que pueden brindar a los demás siendo altruistas de manera innata, pero olvidan que ellos también son seres humanos y por lo tanto tienen un límite.
El estado negativo Elm lleva la persona a vivir por debajo de sus capacidades, se siente cansado y agotado y ha perdido la confianza en si mismo.
Cada pequeño obstaculo parece como una montaña insuperable y el sentimiento de inseguridad es muy fuerte.
El remedio Elm ayuda a salir de esste estado de cansancio y baja autoestima, recobrando confianza en uno mismo, elimina el ansia y reequilibria las energias para poder seguir con nuestras tareas o proyectos.
El primer paso para salir de un estado Elm negativo es aprender a respetarse, cuando el físico y la mente lo requieren es necesario concederse el mayor número de horas de descanso. Hay que tomar el tiempo necesario para encontrarse a uno mismo y gozar de la propia persona, pasear en la naturaleza, hacer algo que nos guste mucho antes de dedicar atención a los demás.
Luego hay que aprender a tomar la vida con más calma, la prisa y la hiperactividad no nos dejan disfrutar de ella y nos desgastan a nivel energético, mental y físico.
Soufflé de calabaza y queso
Este soufflé es muy fácil de elaborar y está para chuparse los deditos! ;)
Tiene el toque dulce de la calabaza y el salado del queso de oveja curado, ideal para una cena ligera si lo acompañamos con una ensalada mixta de temporada (endibias, hinojo, canónigos...).
El problema de los soufflés es que hay que comerlos enseguida, nada más sacarlos del horno si no se deshiflan...
Con estas cantidades he hecho 8 soufflé:
100 g calabaza limpia
2 huevos
20 g harina
20 g mantequilla
200 ml leche
2 cucharadas de queso Parmesano rallado
60 g queso de oveja curado cortado en cubitos
sal, pimienta y nuez moscada al gusto
Cocer la calabaza en el horno hasta que sea blanda y hacer una purea.
Preparar una bechamel densa con leche, harina, mantequilla, sal, pimienta y nuez moscada y dejamos enfriar.
Añadir a la bechamel la purea de calabaza, las yemas de los huevos y los quesos.
Montar a nieve las claras de los huevos e incorporarlos suavemente al compuesto.
Poner el compuesto en los moldes para soufflé previamente untados con poca mantequilla.
Recomiendo llenar los moldes solo por la mitad, de modo que cuando suba el soufflé no salga todo afuera!
Ponerlos en el horno caliente a unos 150º-180ºC durante unos 20 minutos.
Buen provecho!
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