viernes, 11 de noviembre de 2011

Dulce Calabaza


 

La calabaza es uno de los vegetales más grandes que podemos encontrar en la naturaleza. Pertenece a la familia de las Cucurbitáceas y es originaria probablemente de America Central. Esta familia comprende unas 850 especies de plantas, en su mayoria herbáceas, trepadoras o rastreras, que producen frutos grandes y protegidos por una corteza firme. Algunas frutas como la sandía y el melón, junto con hortalizas tan comunes como el pepino o el calabacín, pertenecen a esta misma familia. 


 La calabaza es un alimento con un bajo aporte calórico, sólo unas 26 calorias por 100 g de pulpa, gracias a  su alto contenido en agua y un bajo contenido en hidratos de carbono y grasas.
Además aporta una buena cantidad de fibra soluble que tiene una acción saciante y favorece el tránsito intestinal.

Como todos los alimentos vegetales de color amarillo-anaranjado-rojo, la calabaza es muy rica en beta-carotenos o provitamina A, que en nuestro intestino se transforman en vitamina A que tiene un importante papel antioxidante, muy útil para la salud de la piel y las mucosas, para el crecimiento óseo y para proteger los ojos y mejorar la función de la retina.

Además contiene vitaminas del grupo B y buenas cantidades de vitaminas E y C, ambas conocidas como potentes antioxidantes y antiradicales libres. Además la vitamina C estimula el sistema inmunitario y favorece la absorción del hierro.

Los minerales que se encuentran en la calabaza y la hacen un alimento tán importante son: potasio, fósforo, magnesio, hierro y calcio.

Las semillas de la calabaza tienen un alto contenido en zinc, por eso resultan muy útiles para prevenir patologias del sistema urinario tanto femenico como masculino, para fortalecer el sistema inmunitario, para mantener la piel y el pelo en perfecta salud, para el desarrollo óseo en los niños entre otras muchas cosas.
Las semillas tienen un sabor muy agradable y una vez secadas se utilizan para enriquecer todos tipo de platos, pero es mejor emplearlas crudas para no alterar sus componentes. También las podemos germinar.

Las flores de la calabaza también se pueden comer y es que son una maravilla! Hay que recolectarla por la mañana, antes de que se abran. Se suelen freir después de haberlas pasado por huevo batido y harina. 






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